jueves, 9 de diciembre de 2010

El caso Wikileaks


Julian Assange, el director de Wikileaks, escogió el peor país para acostarse con una mujer sin condón. Suecia es el país con más violaciones de Europa: 53 por cada 100 mil habitantes; le sigue Gran Bretaña con 24. No es probable que se cometan más violaciones, sino que se denuncien más.

Las acusaciones contra Assange son oscuras. He leído varios relatos. Si cojo solo los hechos con más coincidencias, quedaría algo así. Julian Assange tenía una conferencia en Suecia en nombre de Wikileaks; era a principios de agosto, ya era famoso. La portavoz del grupo que organizaba la charla aceptó que durmiera en su casa; no se conocían. (Assange suele dormir en sofás de casas ajenas para evitar que le sigan los pasos y reducir gastos.) Assange y su anfitriona acabaron en la misma cama y el condón se rompió.

Al día siguiente, después de la conferencia Assange conoce a otra chica, más joven. Esta chica le había visto en la tele y habría quedado fascinada. Ella se da a conocer como puede y Assange la lleva a comer con amigos. Flirtean. Luego, según las fuentes, van al cine o a un museo de historia natural o a un parque (si van al cine, la película sería Deep Sea y hay rumores de sexo oral). Esto ocurre en Estocolmo y la chica es de Erkoping, a 45 minutos en tren.

Tras el encuentro, Assange tiene un fiesta en la casa de la primera mujer. Se divierten todos juntos. Amigos presentes no notan nada extraño entre los dos. Otro día queda con la joven de Erkoping y van a casa de ella. Assange no tiene dinero para el tren -y no quiere usar su tarjeta para que no le detecten- y ella se lo paga. Hacen el amor con condón por la noche y sin condón por la mañana. Desayunan juntos y la chica le paga también el tren de vuelta. Quedan en llamarse y Assange no lo hace.

Pasan los días y a la chica de Erkoping le preocupan las enfermedades de transmisión sexual. Quiere que Assange se haga pruebas. Él no coge el teléfono. La chica empieza a llamar a gente de la organización de la conferencia. Así llega hasta la otra mujer. Comparten sus experiencias y siguen sin conseguir que Assange se haga las pruebas. Van a la policía, aunque ninguna de las dos quería denunciar a Assange.

Hacen una declaración y los fiscales desestiman que haya pruebas de violación. Quieren dejar el caso o dejarlo en acoso. La mujer habla con la prensa y aparece un abogado. Gracias a su labor, el caso llega a una nueva fiscal, que decide que quiere interrogar a Assange y pide que lo detengan. El caso queda reducido a dos acusaciones: la insistencia de Assange por hacer el amor sin condón -que en Suecia es “violación menor”- y su negativa a hacerse pruebas médicas.

Varias teorías rodean este relato (¿trabajó una de las mujeres en la embajada de Suecia en Estados Unidos?, por ejemplo). Todas van en una misma dirección: ¿fue una trampa de la CIA? Sería muy rocambolesco, pero quién sabe. La importancia de estos hechos es que han conseguido que Assange esté en la cárcel en Gran Bretaña, pendiente de una extradición. Suecia podría a su vez extraditar a Assange a Estados Unidos. Los trámites no serían fáciles, pero estaría a un solo paso.

Mike Mukasey, que fue fiscal general con el presidente Bush, dijo ayer que lo de Suecia puede ser un caso menor que permita ganar tiempo para reunir pruebas de una acusación mayor. El actual fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, las busca.

¿Qué ley americana se han saltado Assange y Wikileaks? Por ahora, ninguna. El culpable evidente es quien les pasó la información (todo apunta a que fue el soldado Bradley Manning, que ya está en la cárcel). Wikileaks solo hizo de mensajero, igual que los periódicos. No es delito publicar una información de interés público obtenida de forma ilegal. El caso de los papeles del Pentágono en los años 70 lo estableció. Aunque ahora hay otro precedente de 2001. (Aquí están los detalles.) Pero lo que importa no es eso. Estados Unidos montará, seguro, un caso contra Wikileaks. Otra cosa es que lo gane.

Aún hay más. Hoy ya no se trata de unos miles de cables. Su publicación sigue. Cada día me gustan más. Ayer leí más sobre China y sobre participación árabe en terrorismo. No son una novedad especial, pero son documentos extraordinarios. Es además improbable que Wikileaks dé con un regalo de la magnitud de estos cables. Pero eso ya no importa. El asunto Wikileaks se ha salido de madre. Varias empresas enormes han dejado de colaborar con la web: Amazon, eBay-Paypal, Visa, Mastercard, el banco suizo PostFinance. Todas han dado razones ilógicas para alejarse de Assange y Wikileaks. El motivo más probable para tanta coincidencia es la presión americana.

Estados Unidos se ha puesto serio. Wikileaks está aquí para quedarse. Si no es Wikileaks, habrá otra. Eso no significa que los secretos desaparezcan. Los mismos métodos que se usan para evitar que los servicios secretos de otros países se hagan con los secretos, sirven contra Wikileaks. ¿Qué ha cambiado? Nada. La diplomacia se ha basado siempre en ese juego. Con internet sucede lo mismo.

Estados Unidos parecía que había sido lo bastante listo como para aprovecharse de las revelaciones Wikileaks y disimular el resto. Pero la presión sobre las empresas y la detención de Assange demuestran que hay algo más. Se me ocurren dos cosas. Una, el prestigio de Estados Unidos está en juego; nadie se ríe de ellos en la cara. Dos, una cosa es que por ejemplo los servicios secretos chinos roben archivos confidenciales y los analicen, otra es que esos documentos se hagan públicos; es peor. El resultado de la presión americana sería un aviso para futuras filtraciones: ¿quién será el valiente que se arriesgará a vivir escondido o pasar años en la cárcel?

El ataque era una opción para el gobierno americano. Creo que se equivoca. Assange ya es un héroe -esperemos que no acabe en mártir. Su importancia se ha disparado más allá de la política internacional. La semana pasada, Wikileaks interesaba a los de siempre. Hoy, Assange es un personaje célebre. Hasta ahora, la discreta reacción de Estados Unidos había sido ejemplar. En breve, Wikileaks se habría convertido en una ong, a la que todo el mundo respeta pero nadie hace caso. Además podían haber acusado a Assange de falta de legitimidad y exceso de poder. Ahora se ha salido de madre y será más peligroso. Es incomprensible.

Actualización:  Creo que Estados Unidos teme de repente a Wikileaks porque la próxima gran revelación será de mensajes secretos de Bank Of America. Según dicen, a través de su compra en 2008 de la empresa Countrywide, podría comprobarse el nivel de fraude con las hipotecas basura: Countrywide estaba especializado en gente con pocos recursos y el banco podría haber firmado hipotecas sin tener datos suficientes o sin tenerlos en cuenta. Bank of America podría irse al garete.

Además, y quizá más importante, de la filtración pueden salir datos y nombres relacionados con Angelo Mozilo, presidente de Countrywide. Mozilo llevaba un programa que llamaba “Friends of Angelo”, en el que daba hipotecas ventajosas a sus “amigos” a través de Bank of America. Entre ellos estaba Christopher Dodd, el recién retirado senador demócrata por Connecticut y ex presidente del comité de Banca en el senado. Habría otros pesos pesados demócratas implicados (Pelosi, Clyburn, Holbrooke, Boxer). Podría ser que, al saberse que la próxima filtración iba a ser sobre Bank of America, se hayan asustado y presionado al gobierno para que bloquee Wikileaks. Podría incluso ser, en el fondo, que el poder económico es más intocable que el político.

Todo esto es, a estas alturas, especulación.


Actualización 2: Según cuenta Reuters, Wikileaks tendría el archivo personal de todos los presos de Guantánamo. El temor de Washington es que los documentos demuestren que algunos detenidos fueron liberados a pesar de informes que demostraban que aún eran peligrosos.

No está claro cómo habría conseguido Wikileaks esta filtración. Hasta ahora, todas las grandes publicaciones de Wikileaks procedían presuntamente del soldado Manning. Si se confirmara esta información, significaría que Wikileaks tiene otros medios para lograr datos secretos.

A pesar del problema que supondría que se confirmara que se liberaron a presos a sabiendas de su peligro, el gobierno ya ha reconocido que uno de cada cuatro de los 598 presos que han salido de Guantánamo han vuelto a participar en “actividades terroristas o de insurgencia”.

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